viernes, 4 de noviembre de 2016

Día nuevo

Hace mucho tiempo que no vuelvo a estas páginas, he estado mejor y he estado peor, no todo está solucionado pero un día en medio de un ataque de ansiedad porque no había conseguido que gente importante para mi me comprendiese y comprendiese lo mal que estaba se me acercó un ángel en la calle, me vio llorando e hiperventilando desde su balcón y bajó a hablar conmigo, ella no me conocía, ni yo a ella, ella no había tenido una vida fácil pero eso la hizo aprender a comprender el dolor de los demás, le dio la valentía para ayudar y por eso para mí es un ángel.

Ella me dijo que a veces simplemente hay que ir día a día y eso es lo que estoy haciendo y por ello estoy mejor a día de hoy, no es que haya solucionado todo, no es que haya reducido mi carga o que me quiera al cien por cien, no he pedido ayuda porque me da miedo pero ahora voy poco a poco, día a día, semana a semana e  intento no mantenerme al margen y hablar si algo me duele.

Han pasado cosas horribles desde que no hablo por aquí, he conocido de primera mano lo que significa sentiré violada, sentirse expuesta y que nadie lo entienda, que hasta aquellos que pensabas que lo entenderían sean tus más duros adversarios, aquello fue una brecha dolorosa y aun a veces noto esa espina en mi corazón que me hace no querer volver a dejar pasar a nadie más allá de un determinado muro... aquello fue muy muy duro, aun lo es.

Pero el motivo que me ha traído aquí es plasmar un recuerdo que había olvidado pero que ha cobrado mucho sentido, cuando mi madre estaba mal o había muerto hacía poco yo cantaba todas las noches en voz alta hasta caerme dormida, sé que mi padre me escuchaba, lo sé porque me dijo que le gustaba que yo cantase y el nunca comparte sus sentimientos... igual el lo necesitaba tanto como yo, igual el lloraba mientras yo cantaba... yo me cantaba a mi o a mi madre o al aire, al universo que en su rodar constante la había desintegrado en pequeños recuerdos... aun la echo de menos... aun le canto a veces.

El año pasado cuanto peor estaba más cantaba a solas, nunca he considerado que cante bien y siempre me ha dado vergüenza, pero aunque nunca lo pensé cantaba por mí, no por cantar, si no por sanar mis heridas, por recuperar el control otra vez...

Algún día solo le cantaré a la felicidad,

Algún día,

Silene purpura

sábado, 3 de septiembre de 2016

viernes, 2 de septiembre de 2016

Día nuevo:

He vuelto,

He vuelto, sin esperanzas, sin ganas, con lágrimas en los ojos otra vez. Hacía ya días que no volvía, a esta habitación oscura, a este remolino descendente, a este pánico,... y a este blog.

¿Qué me ha hecho volver? Yo misma. Quizás mis hormonas tengan un ligero papel en esta trama pero para nada son las causantes.

Hay momentos en los que te das cuenta de que la soledad va más allá, que ya no te preocupa no tener una pareja, no es ese tipo de soledad, es más profunda... son las ganas de que haya alguien ahí, de tener algo parecido a "una familia" pero sin juicios, sin tener que explicarlo.

Sé que es lo que me falta, joder que lo sé... pero no puedo tenerlo, hace años que murió cualquier posibilidad... No es que no hay gente que me quiera, o que esté ahí, sé que no estoy sola, que si les necesito solo tengo que decirlo... pero... es que lo que necesito no podría pedirlo.

Necesito no tener que decir nada, que alguien se ocupe de mí por un tiempo, volver a casa y que alguien me haya hecho la comida porque sí... Que alguien me oiga llorar y venga a abrazarme hasta que se me pase... que alguien planee un día de "maris" conmigo... No quiero tener que tomar decisiones... Necesito a mi madre y necesito dejar de necesitarla.

No quiero una pareja, no quiero encontrar a mi media naranja, ni liarme con alguien porque sí. Quiero saber vivir, ser fuerte. Y que si aparece alguien sea sin dramas, despacio, descubrir un día que no te importaría compartir tu vida con alguien porque es persona hace tu vida más bonita, más feliz, más estable... eso es prácticamente una amistad aunque vaya más allá.

Solo necesito seguridad, estabilidad, felicidad... Es por eso que ya no busco a nadie más, yo puedo darme todo eso o tengo que aprender a hacerlo, y la gente que me quiere lo completa. No, ahora mismo no me siento sola así, no necesito una pareja, no pienso que no la merezca o que yo no sea suficiente, si no que no la voy a buscar.

Si aparece alguien bienvenido será, mientras tengo que concentrarme es salir de otra soledad mucho más profunda, triste y dura... Esa soledad en la que sientes que eres un maniquí y un gran escaparate de cristal te separa del mundo. Ellos no pueden llegar hasta ti, al menos la mayoría de las veces, y tu tampoco hasta ellos.

Tengo que aceptar que va a haber días así, que no se va a acabar de repente y que puedo escribir toda la mierda que tengo dentro cuando pese tanto como hoy pesa.

Por lo que me han dicho no creo que pueda ir a la psicóloga este curso... No va a haber tiempo

Estoy sola en esto.

Tendré que ir más despacio, con todo y salir como pueda yo sola, aunque a veces parece que no hay esperanza.

He pensado en escribir todo este último año, lo sola que me he sentido, toda la mierda que ha habido, todo lo que me ha dolido, todo de lo que he tenido miedo y todo de lo que aun tengo miedo... Todo, con nombres, con ira, con tristeza, con cada vez que se me aceleraba el corazón porque sabía que "la había cagado" que sin saberlo la culpa era mía, que yo me iba a tener que disculpar aunque tuviese que descubrir el porqué mientras lo hacía... Para mi eso empezó hace más de lo que quiero reconocer.

Quiero plasmar como cada vez que al otro lado de la llamada alguien lloraba y sentía que la culpa era suya a mi se me partía el corazón y como cada vez que veía que él quería volver, que otra vez la única que fallaba y estaba mal era yo, sentía el vacío bajo mis pies, la cuerda tensándose... Aun lo siento a veces... Siento que vas a volver, que la única que no encaja soy yo... Por eso no puedo hablar de él contigo, por eso no puedo imaginar que va a pasar a la vuelta... porque siento como se me escapa el aire...

Toda la historia de este año la quiero guardar solo para mí, pero creo que debería escribirla y admitirme la verdad a mí misma... admitir todas esas veces que dije que algo no me importaba, que no me dolía, que estaba bien, que yo estaba bien, que solo era la presión del curso, que para mi solo era un amigo...

Tengo que ser fiel y escribirlo todo, los trabajos, como los saqué yo sola adelante, toda la tensión, esas semanas en las que era un zombie que iba de laboratorio a laboratorio, esas semanas en las que me preguntaba para qué estaba en la carrera y si estaba aprendiendo algo.

Aquellos exámenes estudiados a ultima hora, llorando porque habíamos tenido bronca justo antes del examen... No sé como he aprobado... Ha sido horrible... He odiado prácticamente cada asignatura.

Lo único bueno que he sacado de este curso ha sido la botánica...
Las plantas me dan tanta paz, toda la que me falta dentro de mi... A veces siento que la naturaleza podría abrazarme... consolarme, latir por mi cuando mi corazón no quiere hacerlo...

Es lógica, es clemente, es verde y fresca... es dulce y me tranquiliza... Está tan viva y yo tan muerta...

Quizás nunca llegue a triunfar a nivel mundial, nunca ganaré un nobel o haré algo grande o curaré el cáncer... Ya no me importa, me da igual.

Solo quiero hacer algo con lo que ser feliz, algo que importe, algo que ME importe. Me da igual el mercado laboral, la productividad, llegar alto, lograr objetivos, hacer un master muy bueno en una prestigiosa universidad, ser doctora, trabajar fuera de España en un prestigioso puesto en el que logre avances para la ciencia, llenar mi currículo de cursos, de experiencia, de títulos que digan que soy válida, que importa una mierda, una jodida y gran mierda, SOY VÁLIDA, y todo aquello que haga lo haré por aprender, por que me gusta, no por llegar a más, no hay más lo siento por si alguien lo cree, pero la vida es lo que hay.

Tengo la suerte de poder mantenerme monetariamente, es algo que muchos no tienen y que aunque lo cambiaria por recuperar a mi madre sin pensarlo, voy a usarlo bien. Voy a usarlo para algo mucho más importante que llegar lejos, voy a usarlo para ser feliz, para construir cosas en mi vida, da igual como acabe si es queriéndome a mí misma y a mi obra, si es siendo feliz. El mundo ya es suficientemente malo por sí mismo como para que yo contribuya a crear más infelicidad, la mía.

Rota, con pocas esperanzas, pero teniendo muy claro lo que quiere,

Silene marchita






sábado, 20 de agosto de 2016

Misguided Ghost - Paramore cover





The ones we trusted the most pushed us far away

Día 5:

Día 5:

Si no puedes confiar en ti misma no puedes confiar en nadie.

Y yo no lo hago, no confío. Ahora mismo me siento demasiado débil e insegura como para poder hacer nada. Tengo muy altos y muy bajos los escudos a la vez.

Cualquier persona a mi alrededor puede hacerme daño, reducirme a escombros llorones o en estado de pánico con tan solo un mal comentario o con un acercamiento. Me pone nerviosa dejar entrar en mi vida a nadie, aun que sea mínimamente, me da un pánico terrible. No me siento bien, no me siento segura.

Por otro lado tengo los escudos tan altos que son una cúpula. Si ahora apareciese, aunque soy agnóstica al respecto, mi alma gemela, me daría tanta inseguridad que huiría en segundos. Sea quien fuese tendría que darme tanta seguridad que es prácticamente imposible. Quizás con el factor sorpresa de su parte lograría que le diese conversación.

No tengo fuerzas, para nada, ni para ser encantadora, ni para coquetear; ni para conocer a nadie, ni para dejar que me conozcan... No estoy segura de mi misma, ni me gusto, ni a penas me quiero, solo lucho por mantener los pedazos lo suficientemente juntos como para parecer una persona de cara a los demás.

Siento que defraudo a aquellos que me rodean y a quienes quiero, porque con ellos me siento lo suficientemente segura como para parecer humana, pero a la vez me da mucho pánico fallarles, que se vayan, no ser suficiente o mostrar como de cercenada estoy por dentro, como de rota, como de inestable, triste, sola, en pánico...

Y así es como vas cavando tu propia tumba de soledad, de morir en el olvido, de ser arrojada al foso de los recuerdos grises de quienes te rodean: no pudiendo, no estando, no teniendo fuerzas...

Lo siento, lo intento, pero....

Silene marchita




jueves, 18 de agosto de 2016

Día 4:

Día 4: ¿Es real?

Aun habiendo admitido el daño y el dolor, aun habiendo abierto los ojos y señalado cual es la fuente del dolor, quién fue la espina que ocasionó el quiste, aun habiendo recibido el apoyo y confirmación de aquellos que me importan... aun con todo a veces me descubro pensando ¿y sí todo esto te lo estás inventando tú sola? ¿y si es todo cuento, y si realmente no duele y solo exageras que lo hace? ¿puedes confiar, simplemente, en tu propio dolor?

Ese es el nivel al que menosprecio lo que siento... Soy una crítica despiadada de mi propio interior, de mi propia importancia... me tengo muy abajo en mi ranking de personas influyentes y pasa lo que pasa...

No quiero admitir el dolor, no quiero admitir que estoy rota, que dejé que me hiciesen daño, porque sí, esa es mi parte de la culpa en todo esto, dejé que todo llegase hasta mi alma, que me dinamitase, no levanté ninguna pared hasta que todo estuvo en ruinas, dejé que la herida se infectase, me permití sentirme como una mierda...

Hubo tanto tiempo, incluso aun ahora, en el que me sentí (me siento) sola en esto, en el que casi acepté consciente o inconscientemente que yo era la culpable, la que exageró todo, la que percibió como ofensa y como control, como abuso o cercenación lo que no lo era... Pero lo es, en mi interio lo es.

Cuando estoy estable aun vuelvo a pensar que estoy bien, que no necesito ayuda, que solo fueron cosas mías, basura metabólica de mi propia inseguridad... Pero luego me descubro sentada en mi sofá, dejando que las horas pasen, paralizada, llorando, incapaz de hablar con nadie, de gritar socorro, de hacer todo lo que debería hacer, dejando la mente en blanco, o vagando entre las heridas.... Sola... tan sola...

Pero no lo estoy.

Quizás justo ahora sí, es humanamente imposible tener a alguien que esté en cada bajón, sobre todo cuando no quieres admitir que estás tres escalones por debajo de la realidad, paralizado y lamiendo tus heridas casi permanentemente.... Pero si hubo y hay alguien ahí.... alguien que antes de este año quizás no esperabas que estuviese, porque es hora de serte sincera a ti misma, el año pasado pensabas que le conocías y no era así, había mucho por desenterrar. ("Thet say one man's trash is another girl treasure").

Y si alguna vez llegas a leer esto, puedes aprovechar para mirarte el lóbulo frontal con el roll eyes que me vas a hacer, pero me hiciste sentir que no estaba sola, que no me lo inventaba, que no estaba loca...o que ibas a impedir que me volviese loca... Me hiciste sentir segura en medio de tanto caos, incluso cuando yo era la que te consolaba. Pusiste un suelo donde solo había un precipicio. Llegué a depender de ti para seguir adelante hasta cuando la fuerte era yo.

Fueron tantos los días en los que solo hablaba contigo... pensé que te cansarías de mi, buscaba escusas para mantenerte al otro lado de la pantalla, pero no eran necesarias, eras tú el que se quedaba, el que me mantenía cuerda... nunca podré agradecértelo lo suficiente.

He estado tan cerca del abismo tantas veces este año...

He jugado con mi cordura, el juego llegó a su límite en aquel examen, si daba un paso más allá explotaba... me quedaba vegetal.

He jugado con mi salud.... Nunca he ingerido tan poca comida como en este enero... Recuerdo haber pasado casi tres días comiendo tan solo cuatro cucharadas de lentejas... Perdí dos tallas de pantalón... Luego las recuperé con creces porque la ansiedad me obligó a comer.

He dormido poco y mal... he ido hasta el límite tantas veces que es un milagro que haya sabido volver... aunque no lo haya hecho sola.

En resumen... la lucha aun no ha terminado para mí... aun tengo que terminar de aceptar que to no fui la única culpable... que no solo fui yo inventándomelo, que el dolor es real, aunque haya días buenos, o momentos de distracción, está ahí, aunque sea incapaz de decírselo por ejemplo a mi padre.

He de asumir que no estoy sola, que tengo que dejar que me ayuden, que tengo que empezar a poner mi salud mental por delante de otras cosas y volver a disfrutar de la luz del sol y de esas tonterías que aunque suenan repipis nunca se disfrutan lo suficiente, las pequeñas cosas, el frío en las mejillas en invierno, como cambia la luz mientras el sol sale de detrás de los edificios, el olor de mis plantas cuando las riego tras un día de calor... casi diciendo gracias... el olor y el ruido que viene de mi patio cuando las familias se sientan a cenar, ese momento en el que captas un reflejo tuyo que te sorprende, en el que por fin no ves a un fantasma de todo lo que odias, si no a la persona que echas más de menos, a ti misma, esa chica que cree que aun recuerda como se sonreía.

La misma que ha sido abandonada tantas veces a su suerte... quizás es porque da demasiado de si misma sin esperar nada a cambio, y acaba sintiéndose vacía.

Hay una cosa dolorosa que esa chica aun a veces hace, mira las redes sociales de aquellos y sobre todo aquellas amigas que salieron de su vida, más rápida o más lentamente, pero siempre con dolor, aunque ella no lo quiera admitir.  Ella recuerda todos los momentos bonitos, todos los para siempre, todos los "eres mi mejor amiga", ¿eran mentira? los míos no lo eran.

Aun me preocupo de vez en cuando.... quiero saber si aquellas a las que yo llamaba amiga están bien, si son felices... Aun ahora a veces las echo de menos...
Ay, LCC, no sabes cuanto te he necesitado este año, tu no me habrías dejado hacerme daño así, pero no estás aquí. Hay cosas de ti que me hicieron daño... cosas que intentabas cambiar de mí y que deberías haber valorado en vez de despreciado... Pero aun con todo sé que te quise, que me importastes, mucho.... te llegué a considerar mi familia, hice por ti locuras que no habría hecho por nadie más... pero se terminó, quizás tú no me querías a mí como yo a ti... quizás solo fue la vida dando vueltas y nada más.

Ahora pienso en aquellos que se quedan, los que siempre han estado... Con sus consejos que me sacan de quicio y que en realidad tienen demasiada razón... Con su afecto desmedido...  Con sus cosas malas que son tan buenas... Con sus revisiones periódicas de neveras...

Con su sinceridad desmedida... Con su conocimiento sobre todo... Con su desagrado fingido al afecto... Con su capacidad de aparecer por arte de magia cuando más la necesito y donde más la necesito... Es casi magia...

Con sus rayadas de cuento de hada... Con sus WhatsApp diciéndome si estoy viva, si estoy ahí... Con sus historias y coincidencias de comedia romántica... Con su cariño y su inocencia... Con sus creencias tan distintas a las mías... No sabe cuanto envidio que sepa tener tanta fe en algo...

Con todo... las quiero, y no sé porqué me quieren ellas a mÍ... a veces las olvido por un segundo y mi vida es muy miserable sin ellas... algún día deberían saberlo... aunque una se preocupase... a la otra le incomodase y la que queda me abrazase tan fuerte que me exprimiese en lágrimas como a una naranja de zumo.

No sé como despedirme, quizás después de todo haya esperanza.

Silene



They say one man's trash is another girl's treasure


They say one man's trash is another girl's treasure


They say one man's trash is another girl's treasure

Día 3: o la tarde del día dos

Día tres:

Me he dado cuenta de que me siento perdida, en casa no me siento en casa, siento vacío, intranquilidad, no estoy cómoda ni me siento a salvo, pero lo peor es que viajando, cosa que siempre he querido hacer más que nada, también me siento desamparada, aunque me lo pase bien y los viajes sean inolvidables y felices y me encante estar con quien estoy, me siento lejos de todo, lejos de casa y deseando volver, pero, ¿volver a dónde?

Porque una vez de vuelta no hay nada, no estoy en casa, la desolación me envuelve, a mi y a todos mis objetos desordenados siempre esperándome, esperando que les de un sentido y un uso... cosa que no hago ni por mi misma.

Cuando estoy lejos o con otras personas solo quiero y necesito mucho afecto, que alguien me apriete tanto como para recordarme que estoy viva. A veces rechazo el cariño de otros porque me pilla alerta, desprevenida, como un gato a punto de saltar y luego me duele haberlo hecho porque no es lo que quería, pero después de tantos golpes me cuesta bajar el puente levadizo, hasta con aquellos que considero más que mi familia.

Otras veces me siento inmensamente sola y mis brazos necesitan tocar a otra persona, abrazarla, sentir que es real... pero no sé pedirlo porque creo que no lo merezco, que sobrepaso los límites, y disfrazo el cariño y su desesperación de broma infantil, de afecto sin sentido, cuando tiene más sentido que nada en mi vida: sentir que hay alguien ahí, que no voy a desaparecer.

Evaporándose y necesitando un abrazo,

La esperanza.